viernes, 16 de noviembre de 2012

HUELGA EN LA RODA Y LOS PIQUETES DEL PATRÓN


Dicen que el 14N en La Roda fue un día normal, que la Huelga en La Roda tuvo escasa o nula incidencia. Es cierto que en La Roda, aunque mucha gente hizo huelga, el porcentaje fue menor al de las grandes ciudades y que en la gran industria (donde fue un éxito rotundo), pero también es cierto que no se han analizado de una manera detallada todos los factores que han influido en esto.

Mucho se habla en los medios de los “violentos piquetes sindicales que coartan la libertad”. Pues bien, aquí en La Roda los piquetes no pegaron pegatinas en los escaparates de las sucursales de las grandes multinacionales, no hicieron pintadas en los bancos, no gritaron “esquirol” al compañero que no luchó por los derechos de todos.
 Pero nadie ha analizado, ni ha hablado alto y claro, de que aquí pudieron existir piquetes mucho más violentos;  piquetes que amenazan y coartan al trabajador desde el poder, desde el menosprecio, desde la superioridad, desde el creer que son los dueños de éste. Piqueteros que se hacen ricos todos los días con el sudor de aquellos a los que privan de la libertad de ir al trabajo o no el día de la huelga. Estos piquetes no se reprimen por los antidisturbios a porrazos, si no que se pierden en el silencio del miedo de aquel que teme ser reprimido, de aquel que tiene que callar si no quiere poner en riesgo el alimentar a su familia o pagar la hipoteca de su casa. Las sucesivas reformas laborales de PSOE y PP han dado poder al empresario para que pueda despedir prácticamente a su antojo y sin apenas indemnización al trabajador. Los piquetes que pudieran existir en La Roda son  los más violentos de todos; LOS PIQUETES DEL PATRÓN.

¿De qué otra manera se puede explicar entonces, si nadie hizo huelga y nadie estaba de acuerdo con ella según los medios, que la manifestación de Albacete fuera, probablemente, una de la más grande de la historia de la ciudad, quizás la más grande jamás vista?


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