lunes, 16 de febrero de 2015

CRÓNICA DEL ACTO EN LA RODA CON PASCUAL SERRANO

En la tarde del pasado viernes 13 de febrero, nos reuníamos en la Sala de Conferencias de la Casa de la Cultura para asistir a la charla ofrecida por Pascual Serrano. Experto en medios de comunicación alternativos, su exposición estuvo centrada en la publicación de su libro titulado “La prensa ha muerto: ¡Viva la prensa!”. Posteriormente se abrió un interesante debate sobre la situación actual de los medios de comunicación y del Periodismo en general y también sobre el panorama geoestratégico mundial en la actualidad, desde el punto de vista del periodista, al que nos podemos referir como el historiador del presente.


Respecto a la realidad de la “muerte” del Periodismo, Pascual nos vino a explicar cómo el Periodismo de hoy en día ha ido sucumbiendo progresivamente a los poderes económicos y, por ende, políticos. Desde el momento en que la empresa participa en la financiación de un medio de comunicación, éste deja de ser libre. Podemos afirmar en definitiva que desde entonces, el periodista “está vendido”. Es un producto más en un sistema en el que el capital tiene la “última palabra”. Por poner un ejemplo, de entre tantos de los que habló Pascual, nos referiremos al cierre de Canal Nou. Sus trabajadores, una vez despedidos, comenzaron a hacer público que la información que ofrecían al telespectador siempre venía tergiversada por órdenes del poder político.

Aunque el origen de la aparición de los primeros periódicos informativos en papel allá por el siglo XIX viniera impulsado por pequeñas aportaciones privadas, esta dinámica ha ido creciendo con el tiempo de manera que el que financia la publicación finalmente acaba marcando la línea ideológica de la misma. Por desgracia, allí donde hay más acumulación de capital, alli es donde más han proliferado los medios de comunicación y en particular, la prensa escrita. Es decir, ha habido una hegemonía de la prensa de “derechas” que culmina en la actualidad. No hay más que ver la clausura del diario Público o la persistencia en la provincia de Albacete de La Tribuna, única publicación en papel que hoy día tenemos en nuestra provincia, evidentemente conservadora.
Así nos encontramos frente a la gran trampa de nuestra deseada libertad de prensa, que no va más allá de lo que el patrocinador quiere. Es más, aunque algunos medios se revistan de nombres asépticos
que sugieran neutralidad y veracidad a primera vista como el País, Mundo, Abc, La1, La 2, Antena3 o Tele5, la gran mayoría de la población sabe que efectivamente de imparcialidad tan sólo tienen el nombre.

Pascual Serrano llega a comparar incluso a la censura oficial en regímenes autoritarios con la falacia que en el actual sistema democrático supone la libertad de prensa. Y es que si la censura oficial selecciona los contenidos que deben o no ser publicados, en un sistema con libertad de prensa como el actual, el mayor problema es que no sólo al espectador o lector le cuentan verdades a medias, es que incluso se miente. La mentira tiene tanta cabida como la opinión, y a base de repetir tanto una como otra (mentira y opinión), éstas acaban adquiriendo tintes de verdad.

No obstante la denuncia que Pascual Serrano hace de los grandes medios de comunicación de masas, curiosamente también hizo referencia a los medios de ámbito local como los más alejados de la actividad periodística en general y obviamente al servicio directo de los poderes políticos. Privados o públicos subvencionados, la tarea de los medios locales no va más allá de acudir a los requerimientos políticos a través de las notas de prensa: inauguraciones, premios, homenajes, etc. La actividad periodística tradicionalmente vinculada a la investigación y a la publicación de información más o menos novedosa ha pasado en este ámbito a transformarse en meros siervos de las llamadas o necesidades de las Corporaciones municipales.

Al calor de la crisis del Periodismo clásico, Pascual nos explica cómo progresivamente han ido surgiendo nuevos medios de comunicación más independientes y alternativos. Se trata de publicaciones digitales donde tanto trabajadores como lectores o socios aportan cuotas que permiten la existencia de las mismas y donde el periodista es libre a la hora de publicar sus trabajos. Es un modelo social y económicamente transparente frente a la opacidad y el derroche de los medios clásicos de comunicación. Aquí, donde las jerarquías se diluyen entre directivos y trabajadores, los fondos se encaminan básicamente al esfuerzo en la publicación y al pago de nóminas moderadas.

En definitiva, Pascual Serrano defiende la necesidad de que los mass media, ese“Cuarto Poder” controlado y organizado por grandes corporaciones como Prisa o Mediaset, dejen de estar al servicio de los intereses privados y pasen a convertirse en un servicio público esencial y de calidad. Un servicio público pagado y controlado por y para usuarios y ciudadanos e independiente de ideologías y del gran capital.

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